miércoles, 28 de marzo de 2012


¿QUÉ DIFERENCIAS SUFRE NUESTRO AUTOCONCEPTO?

En esta entrada queremos analizar que diferencias existen en el autoconcepto según diferentes aspectos:  
·  La clase socioeconómica-cultural
·  El nivel de aspiraciones educacionales, sociales y personales 
·  La inteligencia 
·  La personalidad  
·  El índice de habitabilidad
Por todo lo expuesto anteriormente  vemos la necesidad de: 
   
 a. Recoger suficientes datos sobre algunos de los instrumentos de medida del  autoconcepto, nivel de  aspiraciones y nivel socioeconómico-cultural.  

 b. Realizar los análisis estadísticos conducentes a comprobar las  posibles relaciones de dependencia del autoconcepto con  respecto a las variables de clase socioeconómico-cultural, nivel  de aspiraciones educacionales y éxito  profesional de los padres,  inteligencia y personalidad. 

Información obtenida en el libro de Oñate (1989). El autoconcepto: formación, medida e implicaciones en la personalidad. Capítulo Objetivos (pág. 115). Madrid: Narcea


ACERCAMIENTO  AL AUTOCONCEPTO

Para comenzar con nuestro tópico, creemos conveniente acercar y definir el término de AUTOCONCEPTO:
Se define como el conjunto de pensamientos y sentimientos que el individuo tiene de sí mismo. Es posible diferenciar dos componentes o dimensiones en el autoconcepto: los cognitivos que son los pensamientos que se refieren  a las creencias sobre uno mismo tales como la imagen corporal, la identidad social, los valores, las habilidades o los rasgos que el individuo  posee.  El otro componente es los evaluativos que son los sentimientos, es la llamada  autoestima y están constituidos por el conjunto  de sentimientos positivos y negativos que el individuo experimenta sobre sí mismo. Estos componentes se va a representar un papel importante la imagen que el sujeto considera que los demás tienen de él.
Este fenómeno psicológico comienza a formarse con nuestras primeras experiencias en el mundo, en las que el bebé descubre sonidos, colores, voces, y se va consolidando cuando se da cuenta que todas las personas son diferentes e independientes a los demás.
Es un proceso complejo que implica influencias del exterior y significa que nosotros, en nuestra labor de maestros, debemos adoptar cierto compromiso en relación a nuestro alumno de tal manera que este se forme un “autoconcepto” adecuado y estable.
Esa imagen que tenemos de nosotros mismos, no es invariable, sino que se puede modificar, y se hace en función a nuestras experiencias, sensaciones, deseos y preferencias; ello será posible gracias a la relación con los demás, la propia realidad que viven y comparten con otros de su misma edad.
Este  autoconcepto no se crea solo como resultado de la percepción, así creando la visión egocéntrica sino que se crea y modifica gracias a la relación y comunicación con los demás, ya que si no se comparte, no hay crecimiento humano, para ello es muy positiva la relación con los demás para conseguir un autoconcepto más maduro, aunque también es bueno tener y mantener un espíritu crítico que nos permita ser realistas, aceptando nuestros defectos, pero sin olvidar nuestras virtudes y/o posibilidades.
Como maestros/as, padres/madres debemos fomentar ese espíritu crítico a través del diálogo, respeto de turnos de palabra, valoración de las aportaciones de cada uno, sin menospreciar ninguna de ellas.
Las personas que presentan un autoconcepto positivo, tienen mayor capacidad para actuar de forma independiente, tomar decisiones y asumir responsabilidades, para enfrentar retos y una mayor tolerancia a la frustración, que les permite afrontar mejor las contradicciones y los fracasos.


               







INTRODUCCIÓN DEL  AUTOCONCEPTO:

Para comenzar con el tema de nuestro edublog, introduciremos nuestro tópico con dos frases que hemos sacado del libro "Autoconcepto, sociabilidad y rendimiento Escolar", el autor es Gimeno, J. (1976). Autoconcepto, sociabilidad y rendimiento escolar: Madrid. 

"La imagen de sí es central en la vida subjetiva del individuo, determinante de sus pensamientos, sentimientos y conductas. A primera vista este tópico parecería ser algo totalmente privado, personal e idiosincrásico. Y, sin embargo, no está de todo claro que la imagen de sí del individuo sea algo puramente no objetivo, que reflejaría los impulsos e inspiraciones de su creador, pero es más o menos evidente que el retrato se basa en información proveniente de su experiencia social". 
(Rosenberg 1970)

"En el proceso de interacción con su ambiente social un individuo no sólo adquiere características como consecuencia de los roles que desempeñan; comienza también a experimentar un sentimiento de sí mismo. Empieza  a percatarse de que los otros reaccionan hacía él, y él mismo comienza a reaccionar frente a sus propias acciones y cualidades personales de la misma manera en que espera que los otros lo hagan. Esta capacidad emergente para asumir el punto de vista de los otros y para considerarse a sí mismo como un objeto, da origen a opiniones y actitudes sobre uno mismo, en síntesis, a un concepto de sí- mismo (self)" (Deutsch y  Krauss (1970) Teorías en Psicología Social. Buenos Aires. Paidos, pág. 170)

La idea que tenemos nosotras del autoconcepto es como la imagen que tenemos nosotras de nuestro "yo", esta imagen puede ser positiva o negativa. 

Depende de estas imágenes positivas o negativas, se puede tener una autoestima alta o baja.