martes, 24 de abril de 2012

OTRAS DEFINICIONES DEL AUTOCONCEPTO

En este vídeo explicativo del autoconcepto  podemos encontrar su definición, explica cómo se desarrolla gradualmente durante toda nuestra vida, éste se inicia en la infancia y atraviesa varias etapas de nuestra vida sintiendo y percibiendo la realidad de manera distinta en cada una de esas etapas, dando al fin un sentimiento de valía o bien al contrario, la incapacidad de enfrentar cualquier situación.
Se hace referencia al conjunto de sentimientos, percepciones y valoraciones que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto persona, se hace referencia a las dimensiones básicas que definen a la persona, como son: habilidades, rasgos físicos, emocionales y afectivos... en conclusión podemos decir que el autoconcepto es la imagen y la valoración que tiene un individuo de sí mismo, contemplando el conjunto de características y experiencias por las que se pasa.
 Para concluir, lo que refleja el vídeo es que las experiencias positivas y las buenas ayudan a tener un autoconcepto positivo mientras las relaciones negativas y problemáticas, la disminuyen o hacen que la percepción de uno mismo sea negativa.



lunes, 23 de abril de 2012


ESTRUCTURA INTERNA DEL AUTOCONCEPTO. EL MODELO DE MARSH Y SHAVELSON

Es necesario incidir en el autoconcepto, el conocimiento de su estructura, elementos o aspectos que lo integran y su organización.

Un modelo teórico para que se considere idóneo ha de estar claramente implícito los elementos y aspectos que lo constituyen y su incidencia en la conducta, así se permite la puesta en marcha de programas pedagógicos o conjuntos de estrategias dirigidas a generar autoconceptos positivos como patrones educativos.

Con relación al contenido del autoconcepto se identifica tres grandes áreas:
  - Cómo se ve a sí mismo el individuo. Se engloba aquí todo lo que creemos que tenemos.  
 - Cómo le gustaría verse al sujeto, es el llamado sí mismo ideal.
-  Cómo se muestra a los demás, o “public self”. Es lo que el sujeto muestra a los demás.

Es imprescindible, como prerrequisito necesario para la intervención educativa, la identificación de los distintos factores que componen el autoconcepto y su organización.

Bryne (1984) describe cuatro modelos teóricos de autoconcepto que se corresponden con posiciones diferentes en la forma de concebir estos aspectos:
Perspectiva lógica: Desde esta perspectiva se concibe el autoconcepto como un fenómeno unitario. 
 Modelo jerárquico: En esta posición se entiende que los elementos ó aspectos de que está constituido el autoconcepto se encuentran jerarquizados, es en esta base donde se sitúan los autoconceptos específicos y en la parte superior el autoconcepto general.
Modelo taxonómico: En éste el autoconcepto se considera integrado por diferentes aspectos independientes entre sí, pero luego se introduce una variación al concebir la existencia de un factor básico general además de otras facetas más concretas consideradas con cierta autonomía.
Modelo compensatorio: Este enfoque se señala la existencia de un factor general y varios aspectos específicos.

En el modelo de Marsh y Shavelson se concibe el autoconcepto como estructurado en categorías: multifacético, jerárquico, estable, evolutivo, descriptivo, evaluativo y diferenciable de otros constructos.

Las características del autoconcepto según este modelo son las siguientes:
-El autoconcepto se presenta estructurado en categorías. Unas más generales y otras más específicas.
 --El autoconcepto es multifacético. Integrado por varias facetas que muestran el sistema de categorías del individuo. La suma de las experiencias de cada área, determina la formación de varios autoconceptos específicos y su conjunto que es  el llamado autoconcepto en general.
-El autoconcepto tiene carácter jerárquico, es decir, el autoconcepto general, se sitúa en la parte superior de la jerarquía llamado Tercer Orden dentro de un sistema ordenado; y lo podemos considerar integrado por dos dimensiones:
·         El autoconcepto académico y el autoconcepto no académico llamado Segundo Orden.
·         El Primer Orden es el que engloba a las subáreas concretas.

En este modelo se considera el autoconcepto general como diferente del autoconcepto académico y del no académico.
Igualmente, el Autoconcepto de Relaciones con los padres parecen estar relacionados con el Académico y el no académico. Se observa que hay una clara separación entre los autoconceptos Verbal y lógico matemático, pues sus contribuciones son independientes entre sí.

Referencias bibliográficas:
Saura, P (1995) La Educación de autoconcepto: cuestiones y propuestas. En P. Saura, Estructura interna del autoconcepto. El modelo de Marsh y Shalvelson (Págs. 42-46). Universidad de Murcia.


LA IMPORTANCIA DEL AUTOCONCEPTO

Cuando hablamos de autoconcepto hacemos referencia al conjunto de pensamientos, sentimientos, percepciones y valoraciones que una persona tiene de sí misma. Son las percepciones relativas a uno mismo y que aluden a las propias características y capacidades, así como a los valores, metas, ideales, percibidos positiva o negativamente por el sujeto, que como ya hemos visto en entradas anteriores, éste puede ser moldeable.

El autoconcepto es uno de los más importantes resultados del proceso socializador y educativo, es el marco de referencia sobre la base del cual se organizan todas las experiencias. El significado y valor de la realidad dependen, en gran parte, de cómo el niño se ve a sí mismo; según el concepto que de sí mismo tenga, así interpretará la realidad. Es necesario tener un autoconcepto positivo para una conveniente adaptación del sujeto, para la felicidad personal y para un funcionamiento eficaz.

El niño adquiere las actitudes hacia sí mismo por medio de un proceso de “imitación”, por el que incorpora a sus propios esquemas las conductas y actitudes de las personas que les rodea. El niño, al identificarse con las personas que le son significativas, imita y hace suyas las características de éstas; va formando un concepto de sí mismo similar al de las personas que le rodean y que trata de imitar.

En cuanto a la escuela,  ésta tiene una significativa influencia sobre la imagen que los niños se forman de sí mismos. La larga permanencia del niño en la escuela condiciona la formación del autoconcepto, sobre todo en los aspectos académicos. La escuela proporciona el medio no sólo para los aprendizajes académicos, sino también para el aprendizaje de la conducta social, el aprendizaje afectivo y de las actitudes, incluidas las que se refieren a uno mismo. La escuela ofrece, después de la familia, la mejor oportunidad para probar sus habilidades y ganar el respeto de los demás.

¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA COMO FUTUROS/AS DOCENTES?

En el ámbito escolar el niño pasa por multitud de experiencias, algunas pueden implicar un éxito y otras un fracaso; el maestro/a es visto por el niño como una figura significativa, porque es quien tiene la responsabilidad en la evaluación de sus aptitudes como alumno, representa una autoridad y esto otorga al maestro/a una notable influencia sobre él, que se refleja en la formación de su autoconcepto, especialmente del autoconcepto académico.

Este término, es un nuevo concepto que no habíamos visto hasta ahora y supone un componente muy importante del autoconcepto general, puesto que los profesores influyen decisivamente en las percepciones, sentimientos y actitudes que el niño va formando de sí mismo, sobre todo cuando esas percepciones se refieren a su capacidad para pensar y resolver problemas.

Es por tanto, que el maestro/a puede resaltar esas cualidades positivas o hacer más pobre la opinión que el niño tenga de sí mismo. En entradas sucesivas, veremos algunos ejemplos de aquello que puede perjudicar el autoconcepto de un niño/a.

No obstante, podemos destacar, que el maestro/a proporciona información a través del trato con el que se dirige a sus alumnos, así como por las respuestas, por la manera de expresarse y manifestarse, por el modo y grado en que los acepta, confía y apoya y por las valoraciones y juicios que hace de ellos. Las informaciones evaluativas de los adultos llevan en muchos casos una carga moral, de modo que se crea en el niño una conciencia de ser “bueno” o “malo” según los casos.

Por último, debemos tener en cuenta que en la vida en la escuela, el niño se compara continuamente con sus iguales, en cuanto a sus capacidades, características o rendimiento escolar, y por tanto, en la medida en la que sus cualidades sean positivas esto realzará su autoconcepto, pero si ocurre lo contrario se sentirá inferior. Es por ello, que debemos transmitirle que cada uno es único y evitar las rivalidades sobre quién lo hacer mejor o peor, algo muy común entre ellos.


viernes, 20 de abril de 2012


 ACTIVIDADES PARA TRABAJAR EL AUTOCONCEPTO

En el desarrollo del autoconcepto, como hemos visto en entradas anteriores, juega un papel muy importante el ambiente, ya que el niño/a se desarrolla en plena interacción con el medio. Por tanto, para trabajar en su desarrollo, es importante que el maestro/a se base en la observación directa para identificar posibles dificultades o establecer un diagnóstico adecuado a la situación.

Para trabajar en un aula de infantil, los recursos a emplear en estos casos, pueden ser:
                                              
     Recursos materiales: Nos referimos a todos aquellos objetos, utensilios… que el niño utiliza para el desempeño de las actividades en el aula. Entre estos podemos destacar:

- Material de desecho: Podrán realizar elaboraciones plásticas donde den a conocer sus capacidades personales.
-  Juguetes propios: que muestren a los demás cualidades propias.
-  Material didáctico: Cuentos, murales,…

Con todo este material se pueden realizar rincones, donde el niño/a se relacione con los demás y pueda establecer relaciones de semejanza y diferencias que posibiliten la constitución de su propia identidad.

Recursos humanos: En este apartado entra todo el personal que interviene en la educación del niño/a, como pueden ser: maestros, padres, hermanos, compañeros de clase, etc. En este caso es importante señalar lo siguiente:

- Padres y madres: es aconsejable que puedan colaborar en actividades que se propongan en la escuela para favorece el autoconcepto, cómo puede ser en la organización de una determinada actividad: El día de la paz, el día del padre/madre, el día del libro…

Recursos espaciales: Son todas aquellas zonas o espacios dedicados al desempeño de las actividades. Espacios interiores: como aulas, baños, salas de usos múltiples… donde el niños/as puedan desarrollar sus capacidades de forma satisfactoria. Donde el niño/a pueda desarrollar libremente el juego simbólico favorecedor del autoconcepto.

 Queda patente así, la gran influencia que ejerce sobre los niños/as tanto familia como educadores, los cuales han de proporcionar a los pequeños los recursos y contextos adecuados para lograr que posean un autoconcepto  que propicie el desarrollo integral y pleno, ya que, tal y como afirmó Rousseau, el niño/a es el protagonista del proceso de enseñanza – aprendizaje.

A continuación, vamos a desarrollar a modo de ejemplo, algunas de las actividades que se pueden plantear en el aula, de esta manera, podemos tener ideas de cómo plantear el autoconcepto de una manera didáctica y a la vez participativa, esperamos que os ayuden a tener una idea más clara sobre la aplicación del autoconcepto en las aulas de infantil.

Actividad nº1: “Conócete a ti mismo”

Tipo: esta actividad es de tipo individual.

Material: el material utilizado va a ser unas láminas donde aparezcan varios rostros mostrando diversos estados de ánimo.

Objetivos:

 Llegar a conocerse a sí mismo.
-   Conseguir que el niño se identifique con uno o varios rostros determinados, así sabremos el autoconcepto que tiene de sí mismo.
-  Conocer la expresión facial que puede tener un niño con un autoconcepto malo o negativo.

Modo de aplicación:

El modo de aplicarlo es repartir a cada niño fichas con los diferentes rostros para que cada uno de forma individual señale aquel con el que más se identifique y para que a la vez señale aquel que crea que presentaría un niño con bajo autoconcepto. Así, nos hacemos nosotros también una idea de la concepción que tienen los niños del autoconcepto, si ha quedado el término claro o hace falta reforzar la actividad.



 Actividad nº 2: “Marionetas”

Tipo: la realización de esta actividad es de tipo general. En este caso la actividad se va a realizar por grupos de dos personas.

Material: el material utilizado son dos marionetas que nosotros vamos a aportar para que los niños jueguen con ellas.

Objetivos:

-  Conseguir que el niño se identifique.
- Comprender una situación de mal-trato y asignarlo a un niño con baja autoestima.

 Modo de aplicación:
Se eligen al azar dos niños, después elegiremos a otros dos y así sucesivamente. A cada niño le vamos a dar una marioneta y les vamos a explicar que uno va a representar al niño con bajo autoconcepto y el otro al niño con un autoconcepto normal. Les vamos a dar un  tiempo para que piensen en una representación y, a continuación van a representar la obra. Después los compañeros lo van a valorar. Esto lo vamos a hacer con todos los grupos que hagan la representación para que, entre ellos elijan al grupo que mejor lo ha hecho. Esta actividad también sirve para que los compañeros y ellos mismos aprendan a diferenciar un tipo de autoconcepto y otro y también apreciar las diferencias de uno a otro. Por otro lado, vamos a orientar a los niños para que representen bien la obra, vamos a orientarlos en la elección que hagan sobre lo que van a representar para que surja su efecto.

Conclusión: En el autoconcepto se reflejan variables personales, sociales, ambientales, intelectuales y afectivas. Algunas investigaciones señalan que los sujetos con alto autoconcepto se diferencian de aquellos con bajo autoconcepto en: su ajuste psicológico, autoestima, estabilidad emocional, seguridad, salud mental, pensamiento más flexible, con menos prejuicios y aceptación de sí mismo. 



martes, 17 de abril de 2012


RECURSO PARA TRABAJAR EL AUTOCONCEPTO: EL CUENTO


Entre los recursos o herramientas que podemos usar como futuras docentes para trabajar el autoconcepto con los niños, se encuentra el cuento, mediante el cual, podemos incitar a la reflexión y a valorar lo que el cuento quiere transmitir. Es por tanto un recurso ameno, educativo  y enriquecedor, que  sirve de base para potenciar todos los valores o ideas que queramos enseñar.

El cuento que exponemos a continuación es un ejemplo, sobre el autoconcepto y que puede ser perfectamente aplicable en un aula de infantil.




Cuento: La Rosa blanca





En un jardín de matorrales, entre hierbas y maleza, apareció como salida de la nada una rosa blanca. Era blanca como la nieve, sus pétalos parecían de terciopelo y el rocío de la mañana brillaba sobre sus hojas como cristales resplandecientes. Ella no podía verse, por eso no sabía lo bonita que era. Por ello pasó los pocos días que fue flor hasta que empezó a marchitarse sin saber que a su alrededor todos estaban pendientes de ella y de su perfección: su perfume, la suavidad de sus pétalos, su armonía. No se daba cuenta de que todo el que la veía tenia elogios hacia ella. Las malas hierbas que la envolvían estaban fascinadas con su belleza y vivían hechizadas por su aroma y elegancia.

Un día de mucho sol y calor, una muchacha paseaba por el jardín pensando cuántas cosas bonitas nos regala la madre tierra, cuando de pronto vio una rosa blanca en una parte olvidada del jardín, que empezaba a marchitarse.

–Hace días que no llueve, pensó – si se queda aquí mañana ya estará mustia. La llevaré a casa y la pondré en aquel jarrón tan bonito que me regalaron.
Y así lo hizo. Con todo su amor puso la rosa marchita en agua, en un lindo jarrón de cristal de colores, y lo acercó a la ventana.- La dejaré aquí, pensó –porque así le llegará la luz del sol. Lo que la joven no sabía es que su reflejo en la ventana mostraba a la rosa un retrato de ella misma
que jamás había llegado a conocer.
-¿Esta soy yo? Pensó. Poco a poco sus hojas inclinadas hacia el suelo se fueron enderezando y miraban de nuevo hacia el sol y así, lentamente, fue recuperando su estilizada silueta.                                                            

Cuando ya estuvo totalmente restablecida vio, mirándose al cristal, que era una hermosa flor, y pensó: ¡¡Vaya!! Hasta ahora no me he dado cuenta de quién era, ¿cómo he podido estar tan ciega? La rosa descubrió que había pasado sus días sin apreciar su belleza. Sin mirarse bien a sí misma para saber quién era en realidad. Si quieres saber quién eres de verdad, olvida lo que ves a tu alrededor y mira siempre en tu corazón.

Idea y enseñanza principal: Todos somos valiosos por nosotros mismos y sólo tenemos que conocernos y valorar lo positivo que hay en cada uno de nosotros.

domingo, 15 de abril de 2012


¿CÓMO ASEGURAR UN AUTOCONCEPTO POSITIVO?

El autoconcepto positivo se puede cambiar o mantener, enseñándoles a:
- Tener en cuenta que nadie es perfecto, y que la equivocación es el primer paso para aprender, por lo que hay que verlo no como algo negativo, sino como algo natural que forma parte del aprendizaje, por lo tanto, no tienen porqué avergonzarse.
- Reconocimiento sobre sus propias acciones, pensamientos e ideas, buenas o malas, son suyas y la riqueza se encuentra en compartirlas.
 Comprometerse a cambiar de actitud cuando ésta resulte negativa para el propio niño/a, reflexionando sobre aquello que está mal y procurando mejorar sus actitudes, haciendo hincapié en los beneficios propios que puede tener al cambiar ésta.
 Observar cómo reaccionan cuando se sienten incomodados o avergonzados por cometer algún error, al sentirse inferiores por no haber realizado correctamente una actividad o por si ha sido motivo de burla en algún caso motivado por otro compañero. Identificar este tipo de situaciones puede ayudar al alumno, para corregir la actitud y destacar la importancia de su opinión, aunque sea diferente a la de los demás.

Con estas premisas, se demuestra que podemos cambiar el autoconcepto de un niño, si se trabajan algunos aspectos, ya que no se trata de algo fijo, sino que es posible efectuar cambios en la idea mental que tenga de sí mismo.
Por otra parte, para trabajar el autoconcepto se pueden desarrollar variedad de actividades, según la problemática o conducta nociva que el niño/a presente.
Para abordar el autoconcepto negativo la idea inicial sería la que se entiende como un ambiente libre de fracasos, partiendo de la base que todos tenemos nuestras propias ideas y opiniones, y que las equivocaciones las cometemos todas las personas y las experiencias siempre son un éxito, ya que sirven para aprender de ellas.
Se trata de cambiar el pensamiento de “no puedo, no soy capaz” por el de “soy bueno, soy capaz y todos me aprecian”, esto ayudará a desarrollar el optimismo y la seguridad necesaria para enfrentarse a las situaciones confiando en su propio criterio, para ello es muy recomendable elogiar sus acciones cuando logre un éxito, lo que le brindará la oportunidad de ganar confianza y autoestima.

"Nos gustaría que añadierais preguntas o dudas que os puedan surgir sobre el tema, si lo creéis oportuno, ya que así se propiciará el debate y las distintas opiniones que puedan aparecer sobre el tema en cuestión".