ACTIVIDADES
PARA TRABAJAR EL AUTOCONCEPTO
En el
desarrollo del autoconcepto, como hemos visto en entradas anteriores, juega un
papel muy importante el ambiente, ya que el niño/a se desarrolla en plena
interacción con el medio. Por tanto, para trabajar en su desarrollo, es
importante que el maestro/a se base en la observación directa para identificar
posibles dificultades o establecer un diagnóstico adecuado a la situación.
Para
trabajar en un aula de infantil, los recursos a emplear en estos casos, pueden
ser:
Recursos materiales: Nos referimos a todos aquellos objetos, utensilios… que el
niño utiliza para el desempeño de las actividades en el aula. Entre estos
podemos destacar:
- Material de desecho: Podrán realizar
elaboraciones plásticas donde den a conocer sus capacidades personales.
- Juguetes propios: que muestren a los demás
cualidades propias.
- Material
didáctico: Cuentos,
murales,…
Con todo
este material se pueden realizar rincones, donde el niño/a se relacione con los
demás y pueda establecer relaciones de semejanza y diferencias que posibiliten
la constitución de su propia identidad.
Recursos humanos: En este apartado entra todo el personal que interviene en
la educación del niño/a, como pueden ser: maestros, padres, hermanos,
compañeros de clase, etc. En este caso es importante señalar lo siguiente:
- Padres y
madres: es
aconsejable que puedan colaborar en actividades que se propongan en la escuela
para favorece el autoconcepto, cómo puede ser en la organización de una
determinada actividad: El día de la paz, el día del padre/madre, el día del libro…
Recursos espaciales: Son todas aquellas zonas o espacios dedicados al desempeño
de las actividades. Espacios interiores: como aulas, baños, salas de usos
múltiples… donde el niños/as puedan desarrollar sus capacidades de forma
satisfactoria. Donde el niño/a pueda desarrollar libremente el juego simbólico
favorecedor del autoconcepto.
Queda patente así, la gran influencia que ejerce sobre los
niños/as tanto familia como educadores, los cuales han de proporcionar a los
pequeños los recursos y contextos adecuados para lograr que posean un
autoconcepto que propicie el desarrollo integral y pleno, ya que, tal y
como afirmó Rousseau, el niño/a es el protagonista del proceso de enseñanza –
aprendizaje.
A
continuación, vamos a desarrollar a modo de ejemplo, algunas de las actividades
que se pueden plantear en el aula, de esta manera, podemos tener ideas de cómo
plantear el autoconcepto de una manera didáctica y a la vez participativa,
esperamos que os ayuden a tener una idea más clara sobre la aplicación del
autoconcepto en las aulas de infantil.
Actividad
nº1: “Conócete a ti mismo”
Tipo: esta actividad es de tipo individual.
Material: el material utilizado va a ser unas láminas donde
aparezcan varios rostros mostrando diversos estados de ánimo.
Objetivos:
- Llegar a conocerse a sí mismo.
- Conseguir que el niño se identifique
con uno o varios rostros determinados, así sabremos el autoconcepto que tiene
de sí mismo.
- Conocer la
expresión facial que puede tener un niño con un autoconcepto malo o negativo.
Modo
de aplicación:
El modo
de aplicarlo es repartir a cada niño fichas con los diferentes rostros para que
cada uno de forma individual señale aquel con el que más se identifique y para
que a la vez señale aquel que crea que presentaría un niño con bajo
autoconcepto. Así, nos hacemos nosotros también una idea de la concepción que
tienen los niños del autoconcepto, si ha quedado el término claro o hace falta
reforzar la actividad.
Actividad
nº 2: “Marionetas”
Tipo: la realización de esta actividad es de tipo general. En
este caso la actividad se va a realizar por grupos de dos personas.
Material: el material utilizado son dos marionetas que nosotros vamos
a aportar para que los niños jueguen con ellas.
Objetivos:
- Conseguir que el
niño se identifique.
- Comprender una
situación de mal-trato y asignarlo a un niño con baja autoestima.
Modo
de aplicación:
Se eligen
al azar dos niños, después elegiremos a otros dos y así sucesivamente. A cada
niño le vamos a dar una marioneta y les vamos a explicar que uno va a
representar al niño con bajo autoconcepto y el otro al niño con un autoconcepto
normal. Les vamos a dar un tiempo para que piensen en una representación
y, a continuación van a representar la obra. Después los compañeros lo van a
valorar. Esto lo vamos a hacer con todos los grupos que hagan la representación
para que, entre ellos elijan al grupo que mejor lo ha hecho. Esta actividad
también sirve para que los compañeros y ellos mismos aprendan a diferenciar un
tipo de autoconcepto y otro y también apreciar las diferencias de uno a otro.
Por otro lado, vamos a orientar a los niños para que representen bien la obra,
vamos a orientarlos en la elección que hagan sobre lo que van a representar
para que surja su efecto.
Conclusión: En
el autoconcepto se reflejan variables personales, sociales, ambientales,
intelectuales y afectivas. Algunas investigaciones señalan que los sujetos con
alto autoconcepto se diferencian de aquellos con bajo autoconcepto en: su
ajuste psicológico, autoestima, estabilidad emocional, seguridad, salud mental,
pensamiento más flexible, con menos prejuicios y aceptación de sí mismo.